Volkswagen se ha sacado de la manga un nuevo concepto de vehículo multiuso, en el que las facetas de funcionalidad y espacio habitable conviven a la perfección con unas formas cargadas de deportividad, a pesar de tratarse de un monovolumen.
Lo más parecido al Sportsvan en el catálogo de Volkswagen podría ser el extinto Golf Plus, pero éste no transmitía el dinamismo que sí rezuma el Sportsvan, cualidad ésta alrededor de la cual la firma de Wolfsburgo ha querido hacer girar el modelo recién estrenado, que es 83 mm más largo que el Golf hatchback, 126 mm más alto y tiene una batalla 50 mm más amplia, residiendo en esta última cota una de sus principales bondades, ya que permite un generoso espacio para las rodillas de los pasajeros posteriores.
Éstos se van a encontrar con una banqueta dividida en proporción 60/40 (izda./dcha.) con la particularidad añadida de que el asiento se puede desplazar longitudinalmente hasta 180 mm y el respaldo puede ser reclinado o totalmente plegado, posición en la cual el maletero pasa desde 590 hasta los 1.520 litros de capacidad, con una distancia libre de 1.795 mm a lo largo, lo que permite acomodar una tabla de surf longitudinalmente. En caso de ser retirada la bandeja cubremaletero, ésta puede ser ubicada bajo el doble fondo del piso. El tope de gama incluye sendas mesitas plegables tipo avión, ancladas al respaldo de los asientos delanteros.
Como equipo opcional, el conductor puede solicitar el asiento ergoActive ajustable en 14 puntos, equipado, entre otros detalles, con la regulación lumbar eléctrica de 4 puntos y función de masaje.
Los mandos de control del Sportsvan son compartidos con el Golf convencional, pero no así el diseño del salpicadero, que incorpora un útil cofre en la zona central superior, además de diversos dispositivos para sujetar objetos mediante tiras elásticas. El estilo del tablero frontal sigue la tendencia minimalista actual, sin grandes alardes de botonería, con superficies limpias salpicadas con algunos cromados, al igual que el volante, sobre el que se insertan varios elementos de control.
Estéticamente, el Sportsvan presenta unas proporciones muy compactas y deportivas, compartiendo ciertas similitudes con la Clase B de Mercedes, con la que rivaliza directamente. Destaca el añadido de una nueva luneta en el pilar C y la ubicación de los retrovisores exteriores sobre la chapa de la puerta, lo que amplía visualmente la superficie acristalada en su conjunto.
El importador para Canarias ha prescindido del acabado básico Trendline, pasando directamente al Edition y a continuación el Highline, con unos equipamientos premium en todos los frentes: seguridad, confort y accesorios, destacando las llantas de aleación para ambas versiones en la búsqueda de una imagen lo más dinámica posible, además de elementos como el diferencial electrónico XDS, sensor de ángulo muerto, Exit Assist, freno anticolisiones múltiples, control de crucero adaptativo, asistente de frenada en ciudad y un largo etcétera.
En este enlace se hace un repaso pormenorizado de los equipamientos.
El precio del Golf Sportsvan arranca desde 15.900 euros (Plan PIVE incluido) para la motorización 1.2 TSI de 110 CV en acabado Edition.
Gama de motorizacionesVERSIÓN | POTENCIA | CONSUMO | EMISIONES | CAMBIO
|
---|
1.2 TSI | 110 CV | 5,1 litros | 117 g CO2 | Manual
|
1.4 TSI | 125 CV | 5,2 litros | 121 g CO2 | Manual/DSG7
|
1.4 TSI | 150 CV | 5,4 litros | 123 g CO2 | Manual/DSG7
|
1.6 TDI | 110 CV | 3,9 litros | 101 g CO2 | Manual/DSG7
|
2.0 TDI | 150 CV | 4,3 litros | 112 g CO2 | Manual/DSG7
|
» No pueden realizarse más Comentarios. Gracias por su visita.